RETRATO DE UN MAR DE MENTIRA

Una película que retrata el drama de los cuatro millones de desplazados en Colombia. La indiferencia e insensibilidad nos convierten en cómplice...RECOMIENDO ESTA PELÍCULA

lunes, 22 de febrero de 2010

EL PAPEL EN BLANCO




Enfrentarse a un papel en blanco para intentar crear un escrito se convierte en un desnucadero de ideas, no fluye el pensamiento; el pánico nos invade. A esa conclusión llego un estudiante de Comprensión y Producción de texto, en el marco del taller de escritura automática, es como estar enjaulado, otro alumno comento: profe es como vivir un suspenso, terror e incertidumbre por no lograr el objetivo para darle forma a un texto.

Esos argumentos expuestos es la conclusión que la mayoría de estudiantes han manifestado durante los talleres de escritura, sobretodo les cuesta iniciar el primer párrafo, no saben por dónde iniciar la aventura de la producción de un texto.

Ese miedo que afronta los estudiantes en el ámbito universitario de no saber escribir es consecuencia del sistema educativo. No existe una tradición en la enseñanza básica, media y desde luego la superior que haya facilitado la disciplina de escribir; además con el agravante que los mismo docentes nos privamos de esta práctica. El resultado es catastrófico, la escritura está en crisis, al igual que la lectura. Es por ello que se debe fomentar el habito de leer, especialmente buenos autores para aprender de ellos sus técnicas, estrategias y cómo organizan sus textos, dice Ernesto Sabato: “Las lecturas me han acompañado hasta el día de hoy, transformando mi vida gracias a esas verdades que solo el gran arte puede atesorar.” Evidentemente la lectura es la fuente de la escritura, sin duda un matrimonio insoluble donde se adquiere destreza para adentrarse en el complejo mundo de la producción textual.

Si no se tiene una pedagogía de la lectura y escritura como una política formativa es lógico evidenciar falencia en esta disciplina tanto en el ámbito universitario como profesional, en consecuencia la Comprensión Y Producción de Textos, es una asignatura en permanente actividad, que hay que nutrirla diariamente; no se limita a un semestre de preparación, no es tiempo suficiente para solucionar la deficiencia de ese complejo proceso de formación, esta práctica es de todas las disciplinas académicas. De ello depende cultivar un pensamiento inalienable, crítico y reflexivo, razón tiene Giroux al afirmar que la pobreza de la escritura refleja pobreza en el pensamiento.

Para vencer ese miedo en la creación de un texto hay que enamorase, apasionarse y tomar la decisión de aprovechar esta maravillosa herramienta que poseemos los humanos, de poder manifestar los sentires de una manera bella y organizada. Hay que volver a escribir cartas de amor, poesía, diarios, fábulas, sin duda cultivar esta disciplina nos llena y deja satisfacción en el espíritu. Y no hay que temer a equivocarse, en borrar y rescribir, recuerden que en los errores está la clave del aprendizaje y el conocimiento, Gabriel García Márquez, asevera que un buen escritor no se conoce tanto por lo que publicó como por lo que echa al cesto de la basura.

Nota: El nombre de este blogs, surgió producto de la repuesta de un estudiante de Comprensión de Texto, que al enfrentarse al papel en blanco, para escribir lo primero que se le ocurriera, quedó bloqueado y confesó que el ejercicio le provocó susto, fue como sentir un filoso cuchillo en el cuello- es un desnucadero del lenguaje.

ROQUE ORTEGA MURILLO

LA LECTURA Y EL DESARROLLO HUMANO




El desarrollo humano es un proceso inacabado, un proyecto siempre en permanente ejecución. Lo propio del desarrollo, y más tratándose de seres humanos. Es una condición de búsqueda, de odisea sobre sí mismo. Con cada experiencia, a partir de cada peripecia, los seres humanos van incorporando un mayor grado de conciencia, se van tornando seres distintos a su condición natural primigenia. Y en este llegar a ser humano, en el sentido de cumplir una promesa o desplegar una posibilidad, la lectura puede servir de medición privilegiada o, sí se prefiere, puede contribuir de manera significativa en la formación del hombre.

Para argumentar la anterior tesis, comencemos por señalar el alcance de la lectura en cuanto dispositivo para ponernos en contacto con lo que está más allá de nuestro cercano campo de acción. Gracias a la lectura trascendemos nuestra inmediatez tanto física como espiritual. La mediación ofrecida por la lectura consiste en servirnos de puente para ir más allá de nuestros limitados territorios y ponernos en contacto con otras zonas, con otros escenarios. La lectura jalona nuestra forma de ser y de penar hacia ese continente inmenso de lo desconocido. Leer, entonces, nos capacita para convertirnos en seres humanos de frontera. Por la lectura nos sabemos hijos de más de una patria, nos asimismo como ciudadanos del mundo, nos capacitamos para entender lo ecuménico, lo plural, lo diverso, lo distinto. Para decirlo de otra manera, leer desarrolla en nosotros una actitud y una disposición de tolerancia hacia a l extraño.

De otra parte, y como consecuencia del anterior punto, la lectura tonifica en los seres humanos la fantasía y la imaginación. Con la lectura desarrollamos la capacidad para hacer presente lo ausente, dotamos a nuestro ser de levedad, aprendemos a fabricar sueños, mitos, símbolos. La lectura agrega a nuestros órganos, a nuestro cuerpo finito, una segunda piel, otros sentidos. Nos hace más aptos para superar ciertos condicionamientos, nos afina algunos comportamientos atávicos y nos dispone los labios para entonar una plegaria, un canto o la siguiente historia de la deliciosa Sherezade. Con la lectura los seres humanos hemos podido construir mundos intangibles, insondables, imposibles infinitos. La lectura nos conforma como seres metafóricos, capaces de hace parte de las mismas estrellas.

Otro aspecto vigoroso e la lectura es la fuerza que posee para fisurar o socavar nuestras ignorancias. La lectura ha sido un disolvente de miedos y tabúes, de temores infundados y prejuicio consuetudinarios. Al leer, descubrimos que muchas de nuestras repugnancias o nuestras inseguridades pueden ser superadas; que nos es posible traspasar las opiniones más comunes, así como liberarnos de opiniones impuestas. La lectura emancipa nuestro pensamiento de muchas esclavitudes; es como una especie de manumisión para el conocimiento. Dicha acción libertaria de la lectura puede ayudarnos también a comprender su papel democratizador del saber en cualquier sociedad. La alfabetización tiene profundas implicaciones políticas, en cuanto la participación o la negación de oportunidades. Leer, entonces, es adquirir nuevos útiles para horadar barrera de discriminación.

Y hay más argumentos. La lectura es un aprestamiento inigualable para la conversación, el trato, las habilidades sociales. Con la lectura nos hacemos de una provisión de temas y de asuntos, de cuestiones o motivos a partir de los cuales no es fácil entrar a establecer puentes de comunicación con los demás. La lectura, desde esta perspectiva, nos prepara para el dialogo; es una clave de nuestro desarrollo humano en cuanto que necesitamos de otro para acabar de completar nuestra personalidad. Desde luego, ya leer es de por si ponernos en comunión con alguien distinto a nosotros; pero, y esto es lo más importante, la lectura hace que nuestra individualidad requiere apetito de camadería: contar, compartir, charlar, discutir, debatir…, son más placenteros y más provechoso cuando hay un caudal de lectura que le sirve de reserva o caldo de cultivo. La lectura, aunque es un acto esencialmente solitario, nos incita a la compañía. Leer: ejercitamiento para lo fraterno.

FERNANDO VÁSQUEZ RODRIGUEZ

ANALFABETISMOS QUE CRECEN

Los aplausos de un público universitario lograron desconcertarme. Sentí que obedecían menos a los argumentos que la enjundia de los discursos. Aplaudieron con el mismo entusiasmo de las ideas contrapuesta. Una después de la otra. Un profesor amigo me dijo: el sentido crítico suele ser inversamente proporcional al analfabetismo funcional.

Si los estudiantes no aprendieron a leer bien, tendrán poco sentido crítico para valorar lo que sucede en la realidad. Si uno no lee bien, no entiende bien, se va desconectando peligrosamente del mundo. Y a medida que se desconecta, privilegia el uso del cerebro reptil sobre lo racional y analítico. Por eso aplauden movidos por la emoción y no por la valoración racional de lo que se dice.

Analfabetismo funcional es cuando, a pesar de que sabe leer, no se entiende bien lo que se lee. Pero tampoco se lee, lo que agrava el problema: los colombianos leíamos en el 2000, 2,4 libros-año, ahora leemos 1,6, cuando la cifra en otros países puede llegar a 14 ¿Y qué leemos? ¿Libros académicos y literatura? No. “superación y entretenimiento”, según experto de la industria editorial. ¿Y literatura traqueta? Supongo que también, reforzada, de contera, por la televisión, que es más fácil.

El analfabetismo funcional cree cuando a la población le parece que leer es más difícil que ver televisión. Y si la televisión es mala “apaga y vamos”. En los Estados Unidos, según estadísticas recientes, en el 2007, el 80 por ciento acepto no haber leído un solo libro.

Si uno pregunta por la cifra oficial de analfabetismo funcional, le dicen que es de 14 por ciento, pero un experto como Jorge Enrique Vargas asegura que está cerca del 85 por ciento. No infrecuente encontrarnos con estudiantes que no entienden el significado básico de un texto, y menos infieren o relacionan apropiadamente los conceptos a partir de lo leído. La responsabilidad es del sistema educativo, que descuido el esencial objetivo de la enseñanza básica: enseñar a leer.

Leer y escribir son operaciones altamente complejas, por el cual el analfabetismo funcional es tan sólo el iceberg de otros males como el analfabetismo cultural, o político, que, si crece sin control, acaba socavando las sociedades y la democracia.

Las causas de nuestra violencia están, en buena parte ahí, y la manera de dirimir los conflictos también los conflictos también. Por eso, una de las prioridades de todos los gobiernos debe ser la enseñanza de la lectura, de la cultura y de la política, entendida esta última como expresión superior de una sociedad civilizada, que se pone de acuerdo para progresar, para crecer y para soñar.

Manuel Guzman Hennessy

guzmanhennesy@yahoo.com.ar

Este artículo fue tomado de las páginas de opinión del tiempo