RETRATO DE UN MAR DE MENTIRA

Una película que retrata el drama de los cuatro millones de desplazados en Colombia. La indiferencia e insensibilidad nos convierten en cómplice...RECOMIENDO ESTA PELÍCULA

sábado, 22 de mayo de 2010

LOS CAPRICHOS DEL LENGUAJE EN LOS JÓVENES UNIVERSITARIOS BOGOTANOS




ROQUE ORTEGA MURILLO

Confieso que me agrada estar más tiempo en las cafeterías de la Universidad que en la sala de profesores, lo disfruto. El escenario resulta ser renovador; puedo contagiarme de la irreverencia de los estudiantes y untarme de rebeldía. El acartonamiento y la solemnidad me agobian, pero mi última estancia en ese templo de la insolencia fue perturbadora. No pude resistir el recital de “marica, huevón”; resultó insoportable escuchar cada fracción de segundo esas invocaciones, demasiado chocantes y repetitivas.

En Bogotá, las expresiones “huevón”, o “marica”, no tienen las connotaciones ni de tonto ni de homosexual; son, en cambio, términos inofensivos, de una manera peculiar de expresar afectos, camadería y, de algún modo, connota la proximidad o confianza entre los interlocutores. Así que resulta normal saludarse de esa forma. Lo que más llama la atención es como las chicas se convierten en pregoneras de esa variación semántica. Biológicamente, las mujeres no tienen huevos; afortunadamente, la creación las dotó de una hermosa vagina; por lo tanto, uno esperaría escuchar un “hola, vagina” o algo similar, para ser consecuente con su anatomía; en vez de explicitar ese reiterado homenaje al recipiente del embrión de las gallinas o al receptáculo del esperma masculino.

Todo lo anterior, ilustra los giros semánticos que ciertos grupos sociales, que al trocar denotaciones por connotaciones, contribuyendo así la polisemia léxica, irremediablemente evaden cualquier posibilidad de censura. Ante los cual, los académicos defensores del idioma quedan inermes para emprender una cruzada en contra de esa forma grotesca de saludarse.

De manera análoga, si los españoles leyeran los anuncios de los periódicos colombianos que promocionan las pollas para el Mundial de Fútbol que se va a jugar en Suráfrica, se sorprenderían y pensarían que los sudacas están realizando un concurso cuyos ganadores obtendrían una recompensa fálica, porque para los ibéricos la polla connota el órgano viril. Aceptamos –según se puede inferir– que cada cultura o grupo social y regional le cambia el sentido a las palabras, ya sea para enriquecer o empobrecer el idioma.

Ciertos lingüistas y académicos consideran que el idioma, en su dinámica creativa, inevitablemente tiene sus caprichos al introducir nueva terminología o multiplicar los significados de la ya existente; así la jerga que surge del habla juvenil termina enquistándose también entre el resto de miembros de la comunidad.

Así conversan habitualmente dos alumnas universitarias:

-Hola, marica.

-¿Qui´hubo?, marica.

- Bien, huevón, marica.

- ¿Cómo estuvo la clase?, huevón.

-Huy, marica, chimba, huevo.

- Marica, yo no pude venir, marica.

- Marica, el profesor bajó un punto para el primer corte, huevón.

-No, cagada, marica, voy hablar con ese marica; marica, para que me dé otra oportunidad.

-Óyeme, ¿te gusto la película?.

-No, marica.

- ¡Y eso, huevón¡

-No marica, muy huevona.

- Me gusto fue Avatar.

-¡Huy, marica huevón, rechimba!

Durante treinta minutos se desarrolló esa conversación insulsa, sin ninguna profundidad –desde mi punto de vista–, al tiempo que el resto de las charlas en las otras mesas eran similares. El cacareo de esas dos palabras –marica, huevón– me hizo salir raudo del lugar. No es que me considere un purista o dinosaurio del lenguaje, puesto que, además, provengo de una región que es campeona en cambiarle el sentido a las palabras y de adicionar nuevas al lenguaje coloquial; por supuesto, palabras que no están autorizadas por la Real Academia Española, pero que con toda seguridad son más conocidas y utilizadas en el argot popular. Lo que critico de esas acepciones es que se usan como los únicos recursos lingüísticos, sobre todo en el ámbito universitario: la repetición resulta molesta al oído, se torna cacofónico; circunstancia que denota una pobreza de léxico para la realización del proceso comunicativo.

Sin duda, el lenguaje es un órgano dinámico y en permanente cambio, una fuerza viva, dialéctica; cada generación, grupo social, subcultura o estrato, inventa, modifica y reinventa palabras, la cuales, en ocasiones terminan siendo aceptadas por la Academia, al tiempo que adquieren universalidad en su uso, y sin importar que ello atente contra las normas establecidas. Pero también es necesario, como dice Luis Felipe Palencia Carrat, tratar de cultivar un lenguaje fluido, elegante, sobrio que evite los vulgarismos y el empobrecimiento.

Las cafeterías de las universidades son un templo donde se puede ejercer un espacio de discusión, de intercambio de conocimientos, de propuestas y discernimiento de los aconteceres de la sociedad; constituir un laboratorio para la creación de nuevas palabras que fomenten el enriquecimiento de nuestro léxico.

Esa variante semántica de las palabras “marica” y “huevón” ha hecho metástasis en la ciudad, hasta el punto que a ciertos profesores, en sus conversaciones diarias, les escucho a uno que otro, saludar igual que los estudiantes. No es una circunstancia tan repetitiva pero es fiel muestra de cómo el deterioro léxico invade todos los estratos y grupos sociales, trascendiendo los estragos cotidianos que ya produce en los claustros universitarios. Queda planteada, pues, la discusión en el ámbito académico en torno a la aceptación de esta nueva forma de manifestarse cariño a saludarse. Como muestra de ello, un colega que casualmente me escuchó leerle este artículo a una compañera, se despidió diciendo: ¡Qué buen artículo, marica, huevón!

10 comentarios:

  1. Este es un problema grave en nuestra sociedad, como ejemplo de aquello en lo que se vá a convertir nuestra urbe, recomiendo mucho la lectura del sociólogo norteamericano Morris Berman, su Libro, "El Ocaso de la Cultura Norteamericana", es una clara radiografía del retroceso cultural promedio del pueblo norteamericano, el lenguaje, como todas las demás manifestaciones de la expresión humana, es la concluyenye lógica de los libros que leemos, las peliculas que observamos y las relaciones humanas que practicamos, el colombiano de a pié no puede aspirar a un mejor uso del lenguaje si después de llegar de su trabajo solo tiene como referente cultural programas tales como las repugnantes novelas de los canales colombianos o los poco educativos programas y películas de canales extanjeros que promueven el retroceso cultural. El panorama se extiende oscuro en muchos frentes del devenir humano, aun así el mundo es maravilloso, por lo tanto es preciso seguir remando, procurando mejorarlo con paciencia y sacrificio.

    Daniel Felipe Mezú Valencia
    Diseño Gráfico
    CUN
    Nocturna

    ResponderEliminar
  2. En algunas ocaciones y dependiendo el lugar por ejemplo ,la expresiones cambian ,en mi caso en mi trabajo y hogar hablo diferente que en la universidad, es como tratar de hablar el mismo idioma dependiendo el lugar, como ejemplo doy , si vas a la india lo preferible es hablar en indio no en mandarin, ha esto me refiero que depende el lugar ,nos expresamos, eso no quiere decir que nuestro idioma se este convirtiendo en un retrete,depende el lugar, las circustancias,el ambiente, y las mismas personas.

    Ricardo Ruiz
    Ingenieria de Sistemas
    Grupo 43

    ResponderEliminar
  3. REALMENTE ES COMPLICADO CAMBIARLE ESTAS DOS PALABRAS A LOS JOVENES DE NUESTRA CIUDAD, PORQUE COMO EN LO MENCIONADO ANTERIORMENTE, HACE FALTA UNA LECTURA COTIDIANA QUE EXPANDA MAS NUESTRA LENGUA PARA BIEN Y NO PARA MAL, CABE RESALTAR QUE SON PALABRAS DE OFENSA, "MARICA, HUEVON".
    ACASO ESAS SON LAS UNICAS EXPRESIONES QUE NUESTROS MAESTROS NOS ENSEÑAN EN LAS CLASES.

    RONALD REY ORTIZ
    ING DE SISTEMAS
    GRUPO: 36

    ResponderEliminar
  4. Mi estimado y apreciado colega, lo expuesto por usted en el artículo es una realidad que asusta. Porque en un país como el nuestro en vez de avanzar en educación estamos es retrocediendo. Nos preguntamos entonces a que se debe esta falla? Pienso que no es más que el descalabro linguístico que tienen nuestros jóvenes, debido a muchos factores, falta de lectura de grandes clásicos que enriquezcan su lexico , la poca o nula intervención de los padres en corregirlos desde pequeños cuando comienzan a pronunciar palabras, la escasa estimulación o motivación por parte del profesorado en las aulas a la lectura, lo mismo que en sus hogares.
    Por muy moderno que seamos, no debemos dejar de lado el uso de un buen lenguaje para comunicarnos en todos los estratos sociales.
    Mis sinceras felicitaciones.
    Glennys Niebles. Comunicadora

    ResponderEliminar
  5. segun este escrito me hace recapacitar, ya al verlo desde el ese punto de vista de terminologia, ya que nosotros los universitarios nos limitados en ocaciones a hablar sin darnos cuenta que ese supuesto lenguaje de moda entre nosotros los compañeros se escucha muy mal, y nos hacer ver mal.

    ing. sistemas
    Yenny Serrano Saenz
    grupo: 43

    Profe me llamo demasiado la atencion y pues tratare de olvidar estas formas linguisticas de comunicacion que tenemos los universitarios.

    ResponderEliminar
  6. Por otra parte me parece que somos el único país que utiliza esta clase de términos que hace ver a los universitarios que dicen esta clase de palabras como idiotas jejeje

    Angie Rodriguez
    Ing. de Sistemas
    Grupo 43

    ResponderEliminar
  7. Estas palabras las decimos todos, el problema es que las estén repitiendo en cada frase que dicen, como dijo el profesor: es can son estar escuchándolas, y mas en una mujer se escucha feísimo pierden esa belleza que las envuelven.

    OMAR MOLINA
    Negocios internacionales

    ResponderEliminar
  8. Definitivamente, como estudiantes nos deberiamos preocupar más por tener una terminologia adecuada, es obligación de nosotros una excelente formacion profesional y de aqui radica mucho de esta...El hablar dice mucho de cada uno... es importante pensarlo

    ResponderEliminar
  9. pues la verdad sea dicha esta es una fiel realidad de como la humanidad cada vez mas se va degradando mas y mas, pues apesar que soy una persona joven recuerdo en mi pasado y por películas de época como era el trato de unos a otros,en ocasiones era demasiado gentil lo se, pero era hermoso ver como se hablaba sin expresarse tan mal de cualquier tema que se abordara, digo que esto es degradancia de la humanidad por que ya ni nos podemos comunicar como personas civilizadas si no como unos insensatos que no sabemos en ocasiones ni lo que decimos.
    seria bueno recapacitar y pensar que ademas si estamos estudiando es para ser mejores personas y útiles a la sociedad, y el idioma es fundamental para que nos entendamos a otros y podamos vivir un poco mejor por lo menos, sin tener que escuchar barrabasadas por personas que al hablar con ellas nos resulta molesto tener una conversación con ellos.

    ResponderEliminar
  10. yo para que digo mentiras si utilizo el 90 porciento de estas palabras, a cada rato y a cada hora, es mas,podria decir que hasta me gusta decirlas ya que hoy dia esto se convirtio en una forma de comunicacion de los jovenes, y con esto damos y recibimos una cierta confianza, lo que sies que nos toca en muchas ocaciones seber distinguir cuando no se deben usar. gracias
    Nelson P. Olaya A.

    ResponderEliminar